Las emisiones de la industria europea del cobre siguen una tendencia a la baja.
La industria europea del cobre es muy consciente del impacto que sus operaciones tienen en el medio ambiente.
La Directiva sobre emisiones industriales (DEI) regula las emisiones contaminantes de las instalaciones industriales. Su objetivo es proteger a las personas y al medio ambiente reduciendo las emisiones industriales. El Instituto Europeo del Cobre apoya los objetivos de la DEI y ha contribuido activamente al desarrollo del documento de referencia sobre las mejores técnicas disponibles (MTD) para el sector de los metales no férreos. La IED es un éxito: ha conseguido que la industria europea del cobre reduzca significativamente sus emisiones en la última década. Por ejemplo, las emisiones de cobre al agua y las emisiones de polvo al aire se han reducido a la mitad desde 2008. En el contexto de la evaluación de la IED, el Instituto Europeo del Cobre ha publicado un documento de posición en el que se documentan más estas tendencias.
Tratamiento del agua: estudios de caso
Dado que el agua es uno de los recursos naturales utilizados para producir cobre, la industria europea del cobre ha realizado importantes inversiones en instalaciones de tratamiento in situ para garantizar que los vertidos sean seguros y cumplan con los permisos locales.
El agua industrial se utiliza en la industria del cobre para diversos fines, como la refrigeración indirecta y directa, la granulación de escorias y la electrólisis. Los procesos de tratamiento garantizan que todas las aguas residuales sean tratadas y que se eliminen los metales y sólidos disueltos. Parte del agua tratada se reutiliza, reduciendo así el consumo de agua dulce. Esto ofrece otras ventajas en términos de protección del medio ambiente y eficiencia de los recursos.
Un efecto secundario de los procesos de tratamiento de aguas residuales de la industria del cobre es la generación de subproductos que pueden ser utilizados por otras industrias. El yeso, por ejemplo, se utiliza en la fabricación de placas de yeso y en la industria del cemento.
La UE cuenta con un amplio marco jurídico para proteger las masas de agua, así como para garantizar que las aguas residuales industriales cumplan con unos valores límite exhaustivos antes de su vertido al medio ambiente. Esto incluye la Directiva Marco del Agua, las Normas de Calidad Ambiental, REACH, la Directiva de Emisiones Industriales, etc.
Los enlaces de esta sección destacan tres ejemplos que ilustran cómo la industria europea del cobre ha desarrollado procesos de tratamiento tanto para minimizar la cantidad de aguas residuales como para garantizar que cumplen las normas de calidad requeridas antes de ser redirigidas a arroyos, ríos y aguas costeras:
Polonia
KGHM encargó una mejora de 1,8 millones de euros en la instalación de tratamiento de aguas residuales de su planta de alambrón de cobre de Cedynia (Polonia) y, gracias a esta inversión de modernización, las aguas residuales que cumplen los estrictos requisitos de la UE pueden verterse con seguridad en el río Odra.
Bulgaria
Aurubis, primer productor de cobre de Europa, inauguró una planta de tratamiento de aguas pluviales de 6,3 millones de euros en su planta de producción de Pirdop (Bulgaria) y se convirtió en una de las pocas de la UE que combina tres instalaciones de tratamiento (para aguas industriales, domésticas y pluviales).
Alemania
Gracias a la instalación y el uso progresivo de varios sistemas de refrigeración en circuito cerrado, KME Osnabrück (Alemania) puede reutilizar el mismo agua hasta 16 veces y ha reducido sus vertidos de aguas residuales de alrededor de 1 millón a unos 50.000 m3/año.