Una pieza fundamental de nuestro futuro sostenible ya está alimentando casi todos los aspectos de nuestras vidas. Desde las baterías de nuestros aparatos electrónicos hasta los aires acondicionados que nos refrescan en verano, pasando por los paneles solares que proporcionan energía renovable, el cobre es la savia de nuestra vida moderna.
El cobre también es esencial para las innovaciones necesarias para combatir los retos medioambientales a los que nos enfrentamos hoy en día, incluido el cambio climático.
Sabemos que necesitaremos más de casi todo lo que funciona con cobre a medida que el mundo avanza hacia la reducción de la pobreza. A medida que millones de personas se incorporen a la clase media, la demanda de aire acondicionado, refrigeración, electrónica de consumo, transporte y otros productos básicos de la vida moderna seguirá aumentando.
El cobre ya es un ingrediente esencial en nuestras tecnologías más innovadoras, como la tecnología energética inteligente, la acuicultura, la exploración espacial y los coches eléctricos, por lo que es importante reconocer que un futuro con bajas emisiones de carbono requiere más cobre. El papel del cobre en la electromovilidad, la eficiencia energética y las energías renovables es cada vez mayor. McKinsey ha calculado un aumento potencial del 43% en la demanda de cobre para 2035, frente a la demanda actual de 22 millones de toneladas.
El mundo tendrá que prepararse para satisfacer estas crecientes demandas sin poner en peligro el medio ambiente.
¿Cómo puede el cobre ayudar a limitar el calentamiento global y contribuir a un futuro mejor?
El cobre impulsa la eficiencia energética. Reducir la cantidad de energía necesaria para suministrar productos y servicios es la oportunidad más rentable y a gran escala para reducir las emisiones de carbono. El cobre es el conductor más eficiente de la electricidad y de la calefacción y refrigeración. Durante su vida útil, los sistemas eléctricos que contienen una tonelada de cobre emitirán entre 100 y 7.500 toneladas menos deCO2.
Puede reutilizarse una y otra vez. El cobre es 100% reciclable y nunca pierde sus propiedades. Cada año se reciclan 8,5 millones de toneladas de cobre. Se puede reciclar en diversos usos y objetos después de que productos cotidianos como cables y alambres lleguen al final de su vida útil. De hecho, más de un tercio del cobre utilizado en la última década procede de fuentes recicladas.
Pone lo verde en la "tecnología verde". Las nuevas tecnologías verdes pueden ayudarnos a combatir el cambio climático y a reducir la contaminación atmosférica. El cobre es esencial para mejorar el rendimiento de las tecnologías verdes. Ya es la clave de las energías renovables, como la eólica y la solar, y los esfuerzos futuros dependen del cobre.
Hay un suministro estable y abundante. El cobre es abundante con 720 millones de toneladas en reservas conocidas según el USGS (2017). También es clave para el reciclaje de otros numerosos minerales como la plata, el oro y el níquel. Se calcula que dos tercios de los 550 millones de toneladas de cobre producidas desde 1900 siguen en uso productivo (Glöser, 2013).
¿Qué hace la industria del cobre para fomentar la innovación?
La industria del cobre es consciente tanto de sus responsabilidades en materia de producción sostenible como de las enormes oportunidades que ofrece un futuro más próspero y con bajas emisiones de carbono. También somos muy conscientes de que tenemos que "hacer las cosas bien", ycontribuimos al crecimiento de las comunidades. Recientemente hemos realizado una encuesta entre 26 miembros que representan el 40% de la demanda mundial de cobre. Estas organizaciones miembro emplean a más de 300.000 personas y proporcionan a muchas comunidades locales escuelas, asistencia sanitaria y agua. Pueblos y comunidades remotas que de otro modo desaparecerían en el tsunami de la urbanización dependen de nuestros miembros para su salud y bienestar. Nuestros miembros encuestados invierten 380 millones de dólares en las comunidades locales cada año.Impulsamos una producción sostenible que protege el medio ambiente. Entendemos que las actividades de producción que impulsan el crecimiento de las comunidades deben ser prudentes en cuanto al agua y eficientes en cuanto a la energía para minimizar nuestro impacto en el medio ambiente y garantizar un lugar de trabajo seguro. Las generaciones futuras no sólo nos juzgarán por lo que producimos, sino también por lo que conservamos. Nuestros miembros declararon haber aumentado su tasa de reciclaje de agua en casi un 70% en los últimos cinco años. Cada año, nuestros miembros encuestados invierten más de 20.000 millones de dólares en la mejora del rendimiento medioambiental y de seguridad de sus operaciones.
- Ya en 2013, nuestra empresa asociada Codelco instaló una planta termosolar en su mina Gabriela Mistral para generar una media de 54.000MWh/año y proporcionar el 85% de la energía necesaria para su planta de cobre SX-EW. La instalación ha reducido las emisiones deCO2 de la mina en 15.000t/año. En 2017, Codelco se comprometió a producir cátodos de cobre sostenibles en los próximos años.
- Rio Tinto, otro miembro global, redujo la intensidad de sus emisiones de GEI en un 20,3% entre 2008 y 2015, superando su objetivo fijado del 10%. A finales de 2016, la empresa había reducido la intensidad de sus emisiones de GEI en un 26%.
Somos un sector que respalda la responsabilidad. Esto incluye la publicación de todos los datos de sostenibilidad relevantes y la adhesión al Proyecto de Divulgación de Carbono (CDP), la Iniciativa de Información Global (GRI) e iniciativas similares.
Estamos invirtiendo en nuestro futuro con bajas emisiones de carbono. El sector sigue invirtiendo en nuevas innovaciones para descubrir nuevas formas de utilizar el cobre para reducir el consumo de energía. Trabajamos con gobiernos de todo el mundo para promover la mejor tecnología disponible e introducir normas de eficiencia energética junto con la ONU como parte de United for Efficiency (U4E).
Como líderes del sector, debemos colaborar con los responsables políticos para garantizar que contribuimos a que las innovaciones satisfagan la creciente demanda de agua limpia, alimentos, electricidad con bajas emisiones de carbono y aire limpio, al tiempo que combatimos el cambio climático y protegemos el medio ambiente.