Las megatendencias mundiales en varios sectores aumentarán la demanda de cobre a largo plazo.
Actualizando un estudio inicial completado en 2019, la investigación de Metra Martech encuentra que a pesar de que el sector experimenta los efectos de la pandemia de COVID-19, muchos de los impulsores previamente identificados para el aumento del uso del cobre se mantuvieron y su trayectoria de crecimiento a largo plazo sigue pareciendo positiva.
El estudio, encargado por la ICA, se centra en tres áreas de crecimiento del cobre: la generación de electricidad renovable, el sector de la construcción de edificios y los vehículos eléctricos.
El sector de las energías renovables, en rápido crecimiento, confía en las excepcionales propiedades conductoras del cobre para mejorar su eficiencia. Esta preferencia va a continuar con el uso del cobre en el almacenamiento de energía en baterías, un área que se espera que crezca entre un 30 y un 40% al año. La mayor prevalencia de las bombas de calor de alta intensidad de cobre y los sistemas de calefacción eléctrica impulsarán la demanda en el sector de la construcción. En las carreteras, se espera que el número de vehículos eléctricos, que dependen del cobre en muchas de sus funciones, siga aumentando gracias a los avances tecnológicos que aumentan el rendimiento de los vehículos y reducen los costes de las baterías.
"Nuestra actualización de la investigación arroja luz sobre las tendencias y el impacto en las principales industrias que dependen del cobre. Si bien la pandemia del COVID-19 ha provocado una ralentización del crecimiento mundial a corto plazo, también pone de manifiesto la necesidad de actuar a nivel internacional en situaciones de crisis, como la aplicación de soluciones al cambio climático; se prevé que éstas aumenten la demanda de cobre a largo plazo", señaló Peter Gorle, Director General de Metra Martech.
