La adopción generalizada de dispositivos electrónicos de potencia en vehículos eléctricos y fuentes de energía renovables aumentará la demanda de cobre
Una nueva investigación, encargada por la ICA, explora las oportunidades del cobre en la electrónica de potencia, es decir, los dispositivos electrónicos de estado sólido que controlan y convierten la energía eléctrica.
El estudio, llevado a cabo por IDTechEX, ha revelado que, para 2030, los dispositivos electrónicos de energía renovable y para coches eléctricos -incluidos los inversores, los cargadores de a bordo y los convertidores de corriente continua- requerirán unas 20 kilotoneladas de cobre al año.
"El cambio de los motores de combustión interna a los vehículos eléctricos y de los combustibles fósiles a las energías renovables, como parte de los nuevos objetivos climáticos, resultará ventajoso para el cobre. En las próximas dos décadas, los coches eléctricos y los parques eólicos y solares necesitarán inversores, lo que supondrá una nueva fuente de crecimiento para la industria del cobre", afirma Luke Gear, analista tecnológico senior de IDTechEx.
El crecimiento de la demanda de cobre sigue la trayectoria del mercado mundial del automóvil, que según IDTechEx pasará de representar aproximadamente el 4% del mercado mundial del automóvil en la actualidad a más del 80% en 2040. Esto supondrá una demanda de 45 kilotoneladas de cobre al año en 2040 para los inversores de los coches eléctricos. Además, entre 2015 y 2040 se necesitarán 425 kilotoneladas de cobre para los inversores principales de los coches eléctricos enchufables.
